A veces la felicidad se nos escapa de las manos, o nosotros escapamos de ella. Pero a veces tambien senos hace tan presentes que es complicado evadirla. A veces, viendolo dormir, es cuando veo de verdad que yo evadirla ya no puedo. Esta en frente mio. Presente. Obvia... Mirarse al espejo y pasarla por arriba, seria imposible. A veces, y no siempre mi amigo, la felicidad nos elige y se encapricha. Hoy, se encapricho conmigo, y lucha contra viento y marea para quedarse aca. (Es bastante terca por cierto).
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario